miércoles, 4 de mayo de 2011

Dormir o no dormir, he ahí la cuestión

Soy más de amar que de odiar, peor si hay algo que odio de veras es pasar las noches en vela. Cuando estudiaba mis últimos años de colegio sufrí durante un tiempo algo parecido sin permitir que mis párpados echasen el cierre por vacaciones. Y aunque es cierto que soy de dormir poco, no soy de dormir nada. Decían que Leonardo Da Vinci dormía solo 3 horas al día, pero era inventor, pintor, escultor, arquitecto y una lista interminable más. Yo soy un pobre parado, al que 'velar por las armas' como el Quijote, no es lo que más le gusta en la vida.