Camarero una de fotos

En el hipotético caso que me vuelva loco y quiera derrochar mi dinero en algo, os aseguro que tiene que ser algo que necesite realmente o que me haya enamorado perdídamente. En estos momentos estamos hartos de escuchar aquello de: la sociedad vive una 'contracción de sus monederos', una 'contracción de su economía doméstica' y una contracción de miras (otros viven muy bien no vayamos a olvidarles). Hay tanta contracción de todo, que las matronas/es -apuntar que desde que se puso dar de moda dar a luz en lugares tan dispares como taxis y portales- deberían recibir cursillos acelerados de economía avanzada, no vaya a ser que lo mismo encuentren la solución antes de tiempo.

¿Dónde quedarán esas cámaras desechables que nunca sacaban ni la mitad de las fotos que hacías o esa rueda que giraba hasta el infinito?, regalo estrella de comuniones y de vacaciones con sabor olvidadizo. Ambos carretes nunca vieron la luz o acabaron en manos desconocidas -esto seguro sirvió de inspiración a la peli Retratos de una obsesión con Robin Williams.

Así con todo esto, ando detrás de una cámara de fotos Reflex. Todo el mundo tiene una y yo sigo sacando fotos con mi móvil, magníficas fotos gracias a las aplicaciones que hoy en día te permiten dar cualquier efecto imaginado sin pasar por photoshop, pero fotos de móvil. El caso es que podría tirar por el rollo tirado, comprarme una Lomo e ir de indie y alternativo por la vida. Pero mis fotos seguirían siendo para lo que serían; digitalizarlas, subirlas a alguna red social y que la gente comentase y pinchase en 'me gusta' para tiempo después preguntarte porque carajo la subiste. Así que no, yo quiero una buena cámara, barrera... los precios. Hay de todo, pero soltar de repente un porrón de dinero que no se tiene, te hace pensar las cosas detenidamente. Las webs que inundan con información, comparativas, tests, vídeos es apabullante, ¡como los precios! que varían de un sitio a otro en 3 dígitos. Ya que cuando eres más profano que Belén Esteban con un diccionario, las cosas se vuelven un vórtice sin salida.

Sin embargo, veo diferentes posibilidades que me pueden llamar la atención entre la gama EOS, lo sé, me harán soltar mi 'gran presupuesto mensual' por duplicado. Todo sea que después de esto quiera hacer un curso y ser el próximo artista de la cámara aclamado por el mundo. Por el INEM seguro dan alguno interesante, se llamaría algo así  "Curso fotográfico de parados con cámaras que valen más que su prestación por desempleo", un exitazo. De momento voy a intentar si con unas gafas que tengo guardadas de la infancia puedo apañar algo y montarme un objetivo casero con posibilidades varias, ya que como en la vida los objetivos son otro cantar.