martes, 22 de febrero de 2011

Andar y hacer el camino

Tomar un café y escuchar a los madrileños Miss Caffeina tendría que valer doble en el espabile diario. Cierto que hoy me desperté más tarde, pero es que los sueños a veces nos atrapan un poco más durante la noche y ahora tengo una enorme lista que crece día a día. En poco me prepararé para irme a c.... ah no que ya no... cierto, pero también es verdad que tengo planes para ver a una buena gente con la que se puede 'colaborar', veré que pasa. No debería ponerme trabas antes de empezar a pesar de no saber qué puede suceder.

Es cierto, el ser humano tiene el error de serie de fulminar posibilidades por sí mismo, ya hay bastantes vallas puestas por los demás como para seguir hundiendo la pala en el socabón que la sociedad nos ha colocado delante de nuestros pies. El riesgo nos paraliza, nos da miedo, nos hace débiles de cara a los demás, nos hace buscar las soluciones fáciles. Pero, a ver, nadie nació con un manual de instrucciones, con las mejores claves o con los '10 pasos para conseguir la felicidad', busqueda que en Google tiene más entradas que 'conseguir la felicidad', hasta en eso queremos la vía rápida. Espera de esto último hay unos cuentos que se han forrado y no hablo de los psicólogos/psiquiatras con fastuosos desvanes de cuero que solo con tumbarse te sumen en un estado de "endrogamiento profundo". Hablo de los escritores de libros de autoayuda, que tanto han proliferado estos últimos años en España. Entonaré el mea culpa porque tengo varios, bueno muchos, lo reconozco es una estantería, ¡pero la culpa es suya!. Leer una contraportada, es como leer los prospectos de los productos milagrosos de la parafarmacia, querría salir con todos ellos bajo el brazo.

Recuerdo en particular uno de ellos, muy al estilo las PPT que se mandaban hace un par de años a los emails y que alguno insiste en poner de moda nuevamente o que se niega a querer relegarlas a lo más kitsch del panorama online. El libro era 'Usted puede ser lo bueno que quiera ser', no quedándose ahí debajo justo rezaba el subtítulo 'El libro más vendido del mundo'. Desde luego con tíos como yo se habrá forrado, pero el dorado y plata en la cubierta me hizo acercarme cual urraca ávida de joyas brillantes.

Sea lo que fuera y libros de autoayuda al margen, parar de vez en cuando, respirar y coger energías para afrontar todo lo bueno y lo malo que nos espera, merece la pena. Las cosas deben fluir, no seamos nosotros los que las cortemos de entrada. Y si caemos en la vorágine de los libros de autoayuda, al menos forremos las cubiertas para no hacer caer al resto en el transporte público.


Su disco desde Spotify:

Miss Caffeina - Ley de la imposibilidad del fenómeno.

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