viernes, 8 de abril de 2011

Cañas y serrín

Mientras que la Semana Santa se acerca, los bares de nuestra querida España se ponen las mejores galas para atrapar a los extranjeros de la mejor manera posible. Existe una parte de la hostelería española que aun no ha entendido qué es eso del turismo fuera de los años 70 y no es cuestión que el político pague 0,80 € por un café, es una cuestión de querer que el negocio de la hostelería sea sostenible con el tiempo.




Me encanta oír esa frase, 'el español es una persona de bares' y digo yo que normal, solo los negocios chinos superarán algún día la cantidad de bares, restaurantes, cantinas, bodegas, etc. que tenemos a nuestro alrededor. Pero aun así siguen subsisitiendo. Mientras que los empresarios más avezados intentan ofertar nuevos servicios, nueva cocina, bodegas y carta a la medida que la nueva forma de entender el negocio se impone, el empresario de toda la vida con su bar de serrín hace dos cosas: cobrar auténticas barbaridades o ajustar los precios a la economía (particularmente como parado prefiero esa segunda opción).

Cuando digo cobrar barbaridades me refiero a los lugares que, como ya indiqué al principio, tienen un modo 'warning intermitente' para autóctonos. Enseñan viandas varias en la puerta, a modo de reclamo publicitario para todo aquel que visite España y quiera probar paellas 'revenidas' o jamon serrano sin serrar. Fuera de mitos, los sablazos vistos en esos lugares son legendarios y sufriendo en mis propias carnes la desfachatez de un camarero que cobraba el café más barato en pleno Sol (Madrid) al patrio, eso sí 2 € por café para llevar, solo y sin azucar... pero a 2,5 € al extranjero, ya me dijo que habían logrado salir en televisión.

Sin emgargo, la otra casta de bares hay que buscarlos cual zahorí, pero existen. Sitios que la cerveza no sube más de un euro. La zona de Avda. América tiene abundante oferta con bares baratos en los que puedes ir de cañas como antaño. De momento recomendaré Chigre el Campero, cerveza Alhambra especial en botellín o caña tirada a 0,70 €, a partir de ahí si consigues salir es cuestión de seguir buscando.

Yo también soy de bares, de beber y de lo barato, pero no sin perder la calidad de lo que consumo y sin tener la sensación que me están tomando el pelo cual pícaros tenderos. Nos vemos en los bares esperando que los de fuera también quieran repetir.

1 comentario:

  1. He tenido que venir hasta tu blog para saber dónde era el sitio de las cañas a 0.70€!!!!!

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