viernes, 4 de marzo de 2011

Estación futura

Números y números y números... ¿no se ha enterado Movistar que estoy parado? ¿Acaso me va a chupar hasta sacarme un código binario en lugar de sangre? Maldita sea, echando cálculos rápidos en los 18 meses que me tienen cogido por abajo voy a soportar el sueldo de un par de becarios. Todo sea por su formación profesional. Me río del branding del "PLANAZO + SIN HORARIOS".



Acabo de darme cuenta que mantenerme al día no es que no sea gratis, es encima caro. Vale que no hay que regalar nada, vivimos en el capitalismo, las cosas están mal, en España hay casi 5 millones de parados + los que están con cursos + los que son estudiantes y no se han dado de alta. Pero no pueden seguir pinchando mi célula consumista de esta manera, como la presentación hace dos días del nuevo iPad 2 de Apple. La única solución es viajar al pasado: vestirme de los 80, cambiar mi forma de hablar, desechar toda la tecnología y parecer sacado de la última temporada de 'Cuéntame'; no sería un viaje como tal, pero engañaría a mi cerebro haciéndole creer que lo único que necesito es un tocadiscos guay.

Leyendo sobre la posibilidad de los viajes en el tiempo, me doy cuenta que un condensador de fluzo no es viable, ni que la paradoja del abuelo pueda ser real. Es curioso adentrarse en teorías y ver que los científicos especulan o hablan por hablar, como una maruja viendo un programa del corazón - una de mis favoritas es la teoría de la Navaja de Ockham/Occam -. La ciencia de divulgación se queda en las páginas/web de Muy Interesante o en las cavilaciones de Eduard Punset. Alguien me dijo una vez, que tenemos que ser capaces de explicar las cosas, por muy complicadas que sean, sean comprensibles para un niño de 5 años (por eso a lo mejor tiene razón mi madre cuando me dice que parezco tener 3 años) y yo me sigo sin enterar porque la factura de mi teléfono es tan alta...



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